jueves, 29 de diciembre de 2016

Alemania y su hiperinflación


Tras la IGM, el Tratado de Versalles (1919) impuso a Alemania fuertes sanciones como pérdidas territoriales y de activos y enormes gastos para reparaciones por los daños causados por la guerra. El gobierno alemán no disponía del oro y las divisas extranjeras necesarias. El hundimiento definitivo de la economía alemana fue la ocupación de la región del Rhur por franceses y belgas debido a que la vida económica de la República de Weimar estaba muy tocada. Los precios cayeron en Alemania un 23% entre 1929 y 1933 y los salarios cerca de un 30%, quedando así el país al borde de la guerra civil. La muerte de Hindenburg posibilitó a Hitler la presidencia. La república de Weimar acaba de desaparecer.

No obstante, la hiperinflación alemana se produjo por un conjunto de factores:
El déficit público provoca la emisión de billetes debido a la falta de deuda pública, esto provoca hiperinflación (aumento de los precios) y trae consigo el aumento de los salarios y de los costes de producción. Esta hiperinflación también da lugar al aumento de la demanda monetaria y por lo tanto, conlleva que los ahorros pierdan valor debido a la devaluación de la moneda; lo que provoca, a su vez, una disminución de los ingresos tributarios, y esto la vuelta de nuevo al déficit público.
Hiperinflación alemana
Por otro lado, hablando en términos internacionales, el déficit de la balanza de pagos disminuye el valor de la moneda, lo qe da lugar al aumento de los precios de las importaciones, produciéndose de nuevo una hiperinflación. Esta devaluación de la moneda provoca consigo un aumento de la demanda de los productos alemanes apoyando de nuevo la hiperinflación.
En 1924 se lleva a cabo el Plan Daves con el fin de estabilizar el marco alemán. Este plan supuso la entrada de capital extranjero (EEUU), Alemania debía mantener elevados tipos de interés.

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