lunes, 7 de noviembre de 2016

África antes y después del 2000

Es el continente más subdesarrollado del mundo. A pesar de su riqueza en una amplia variedad de minerales (coltán, diamantes, oro) y otros recursos fósiles como el carbón o el gas natural resulta estar por detrás de sus otros cuatro iguales en el ranking de desarrollo económico y social. Resulta que esta misma suerte fue su desgracia en muchos aspectos. Esta riqueza  que la caracteriza fue lo que atrajo a los países europeos para hacerse con todos estos territorios.  Después de haber sido explotada por las potencias europeas, sometida a la esclavitud y la colonización de las tierras; cabe plantearse que esta sea una de las causas de las guerras posteriores que desembocaron en inestabilidad política y económica. Inestabilidad que conllevaría gobiernos incompetentes, incapaces, o in expertos en gestionar un país Y aprovechar eficientemente los recursos. Sin embargo es importante hacer también hincapié en la recuperación, que aunque lenta, también está siendo viable, y cada vez más en los últimos años, cuando la velocidad de recuperación se ha incrementado sorprendentemente y ha sobretodo con respecto a otros continentes.





A raíz de la reconstrucción de áfrica a partir del año 2000, después de aplacar todos los conflictos, las cosas dentro del continente mejoraron. Sobre todo en algunos países como Angola, Nigeria Etiopía, Chad, Mozambique o Zambia que junto con los demás que aparecen en la tabla anterior, han entrado e el ranking de los 20 países más desarrollados. Ahora que áfrica es capaz de gestionar sus recursos naturales y consigue sacar beneficios de ellos, los minerales vuelven a ser un motivo de suerte para ella. Un claro ejemplo es el aumento de la inversión extranjera en exploración y extracción tras la subida de los precios del petróleo, debido a su escasez en casi todo el mundo. A demás de los recursos minerales, África también está exportando otros recursos naturales como la madera, muy importante en África central. Por otro lado la demanda de de alimentos se encuentra también al alza, sobre todo por parte de los países cuya población se halla en continuo crecimiento, como los países asiáticos principalmente. Y así es como un mismo factor, (la riqueza en recursos minerales) ha conseguido hacer de un mismo continente un lugar tan desdichado y dichoso a la vez. Al principio por atraer a los viles conquistadores europeos que masacraron las tierras y luego por hacer de ellos la mejor baza para la negociación y la emersión del continente.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Desde la opinión pública, desigualdad en España.

Según las encuestas publicadas por el periódico EL PAÍS, el 92% de los encuestados cree que hay desigualdad económica en España y el 72% cree que la situación de pobreza durará mucho tiempo.
Estos datos reflejan que la ciudadanía española no percibe los beneficios de la recuperación que está experimentando España a nivel macroeconómico. La diferencia económica abismal entre ricos y pobres ha crecido mucho desde el comienzo de la crisis.
El número de multimillonarios se ha duplicado a la vez que, según el Instituto Nacional de Estadística, más de 13 millones de personas, sobre todo menores de 16 años están en riesgo de exclusión social, por no tener ingresos, o ser estos insuficientes para vivir en buenas condiciones.
En estas circunstancias no resulta extraño el resultado de las encuestas, ni las expectativas de que salgamos de la crisis con un mayor grado de desigualdad.
Otra de las encuestas publicadas refleja que un 80% de los encuestados percibe que el coste de la vida es cada vez mayor,  y la calidad de vida más difícil de conseguir a pesar del crecimiento del PIB. De hecho desde el comienzo de la crisis los ingresos de las familias han ido disminuyendo año tras año. Según la encuesta Nacional de Calidad de Vida sitúa los ingresos medios anuales netos en 26.092 por hogar.
Visto esto, la mejora de la economía no ha sido percibida por las familias españolas, incrementándose la desigualdad entre obres y ricos para reducir la desigualdad dos de los actores más importantes a tener en cuenta son el desempleo y los salarios. La opinión más frecuente según las encuestas es que el Estado debe intervenir para sufragar esa desigualdad (70%). Y el 91% de la población cree que si el gobierno de lo propusiera su erradicación definitiva sería posible.