viernes, 14 de octubre de 2016

Sudáfrica en 200 años

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Sudáfrica es conocida como uno de los países más ricos en la diversidad de culturas del mundo, conviviendo dentro de ella la religión cristiana y el islam, así como las propias religiones indígenas; y hablándose más de 11 lenguas distintas. Además es una de las cinco economías nacionales emergentes más importantes del mundo, formando parte del grupo de las BRICS desde 2011.

Esta riqueza tanto cultural como económica, de en gran parte a los acontecimientos acaecidos en su historia, y en concreto a la época colonial. Ya antes de la llegada de los europeos, Sudáfrica había sido habitada por pueblos procedentes de otras partes de áfrica. Fue en 1652 cuando la Compañía Holandesa de las Indias Orientales se asentó en lo que acabaría siendo Ciudad del Cabo y que se convirtió en colonia británica en 1806. A partir de aquí los colonos británicos, holandeses, flamencos, alemanes y franceses se adentraron hacia el norte de la región. Gran Bretaña por su parte, siguió una línea de pequeños apoderamientos a lo largo del río Fish. Ya a partir de 1806, los abolicionistas británicos comenzaron a poner trabas la esclavitud, consiguiendo acabar con ella allá por 1833, en todas las colonias británicas. 

El descubrimiento de yacimientos minerales de diamantes en 1867 y de oro en 1886 supuso el crecimiento de la economía y la inmigración, y provocó un conflicto entre británicos y Bóeres (descendientes de colonos holandeses) (1880-1881). Conflicto que terminó con una segunda guerra Bóer (1899-1902), quedando Gran Bretaña como la ganadora de la guerra. Con el término de ella, se firmó el tratado de Vereeniging, en el cual se reconocía a Inglaterra como soberana de todas las repúblicas sudafricanas, y se acordaba el pago por parte de los vencedores, a los Afrikaners (o bóeres) para ayudar a su reconstrucción. Cuatro años después se crea la Unión Sudafricana. En 1934 el partido sudafricano y los partidos nacionales se unificaron para formar el partido unificado, con el propósito de reconciliar a los blancos angloparlantes con los Afrikaners, pero se escindió en 1939 a raíz de la decisión de la entrada del país en la segunda guerra mundial como aliado de Reino Unido.

El Partido Nacional, simpatizante de la Alemania Nazi, llegó al poder en 1948, impuso un régimen (apartheid) segregacionista y desarrolló un sistema jurídico y social que separaba las razas negra y blanca teniendo esta siempre ventaja sobre la otra. En 1960 se llevó a cabo un referéndum mediante el cual Sudáfrica de independizó del Reino Unido. Fue expulsada de la Commonwealth el 31 de mayo de 1961, declarándose al mismo tiempo república sudafricana. Fue admitida nuevamente en la Commonwealth en 1994 con la llegada a la presidencia de Nelson Mandela. Durante estos años el régimen apartheid no consiguió más que el desprecio de muchas naciones, que rompieron sus relaciones diplomáticas y comerciales con Sudáfrica, quedándose esta en un aislamiento político y económico. Fue excluida de los juegos olímpicos y acontecimientos similares. En 1989, se produjo un golpe palaciego dentro del partido nacional: el presidente Pieter Bothe fue desplazado por Friederik de Klerk quien deshabilitó el apartheid, liberando también a Nelson Mandela después 27 años de prisión, y aboliendo también la legislación apartheid. La población negra recuperó su derecho al voto y Mandela fue elegido presidente en representación del CNA, partido que sigue ejerciendo el poder a día de hoy.

En la transición política, dirigida a acabar con el gobierno apartheid, los blancos renunciaron al poder político controlando totalmente la parte económica en la transición, de este modo se aseguraban un estatus económico cómodo y ventajoso ante la población negra, que vivía mayoritariamente en la pobreza. De este modo la desigualdad entre clases sociales es todavía muy amplia, en comparación con muchos países. 

En cuestiones de economía, existe una mayor diversificación, aunque sigue siendo la minería la actividad más importante del país, siendo el mayor productor de platino del mundo, el quinto de oro y de carbón y uno de los mayores exportadores de diamantes. También son importantes los yacimientos de cromo, antimonio, manganeso, níquel, fosfatos, uranio, cobre, vanadio, sal y gas natural. 

Actualmente el gobierno sudafricano está tomando medidas económicas para acabar con la desigualdad y la tensión social patente. Una de estas medidas es una reforma agraria que consiste en obligar a los blancos a vender las tierras que antes arrebataron a los negros durante la época colonial, a precios razonables, o en caso de negativa expropiarlas en un corto periodo de tiempo. Existe también el temor de que la impaciencia de la población negra se manifieste en forma de conflicto. A demás la nueva legislación creada por el CNA, tiene como propósito despojar a gran parte de la población blanca de sus puestos de trabajo, reservándolos para los negros, lo cual ha obligado a emigrar a más casi un millón de blancos hasta el momento. En el ámbito político, el nivel de corrupción del estado está recogido con una puntuación del 44/100, puntuación razonable teniendo en cuenta que desde 2009 es presidente Jacob Zuma, líder del CNA, acusado de corrupción y violación, cargos que posteriormente fueron retirados; o teniendo en cuenta el caso acaecido el 12 de agosto de 2012, cuando 34 mineros en huelga fueron disparados y asesinados por un grupo de policías armados. En suma, si bien podemos decir que la economía de sudafricana es una de las más importantes en emersión del mundo y que va bien encaminada en su evolución; en el aspecto social y político no ha tenido una historia muy favorable para el desarrollo la igualdad y calidad de vida, en este sentido le queda un largo sendero hacia la plena riqueza.




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